Muchos
niños al preguntarles cuál es la materia que menos les gusta responden sin
dudar que son las matemáticas, y si se les pregunta la razón por la cual no les
gusta mencionan que es una materia difícil de entender, muy compleja, muy
aburrida, tediosa, etcétera; pero estos calificativos no son nuevos sino que
desde tiempos lejanos las matemáticas han sido consideradas como una materia
demasiado complicada.
Pero
no solamente resulta ser la materia que menos gusta sino que en la actualidad,
en nuestro país, pruebas como ENLACE (Evaluación Nacional de Logro Académico en
Centros Escolares) demuestran que los niños que cursan el nivel básico de
educación se encuentran con rendimientos muy deficientes con respecto a las
matemáticas, materia tan importante y básica tanto en la vida escolar como en
la vida diaria.
Pero
¿Por qué resulta ser la materia que menos agrada y con bajo rendimiento escolar
si es tan esencial en nuestra vida diaria?
Directamente
o indirectamente las matemáticas están presentes en cualquier otra materia
escolar a cualquier nivel y en cualquier profesión u oficio que se desee
realizar, pero lo que es más, en un día normal podemos vernos involucrados con
diversas operaciones matemáticas, como por ejemplo hacer una compra y recibir
cambio, lo que implica que se sepa hacer correctamente las operaciones matemáticas
para saber cuánto se va a pagar y cuánto se va a recibir de cambio; o cuando tenemos que ir a algún determinado
lugar y se tiene que hacer uso de un mapa, croquis, o simplemente seguir las
instrucciones de alguien, implica que se haga uso del conocimiento espacial, es
decir, saber hacia dónde dirigirse derecha-izquierda, arriba-abajo,
delante-detrás.
Castelnouvo (1990) señala que “si
reflexionamos sobre la importancia que
tiene hoy una cultura matemática, entendiéndola como un hábito mental matemático
más que una suma de conocimientos, nos daremos cuenta de la responsabilidad que
tiene el redactor de programas, los profesores de matemáticas a cualquier
nivel, y la escuela toda.
Pero esa responsabilidad no sólo debería
recaer en estos sujetos que forman parte de la educación formal, ya que hoy en
día es indudable que los niños no sólo aprenden en la escuela, la educación
también la reciben fuera de ésta, es decir, de manera informal, con la familia,
en museos, zoológicos, los medios de comunicación masiva, entre otros; en los
cuales también debe de recaer la responsabilidad de los aprendizajes de los
niños.
Dentro de los medios de comunicación masiva el que sigue ocupando el primer lugar de preferencia entre el público es la televisión, ya que hoy en día muchas familias cuentan por lo menos con un televisor dentro de sus hogares.
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